jueves, 20 de diciembre de 2007

Día de Espera

Amanecieron sé al escrito de sentimientos sutiles como las gotas de lluvia en un canto rodado de cien millones de años bajo el agua.
Y deslumbraron sus ojos una porción del sol hecho luna aun en la oscuridad, y sus caminos se encontraron al final del desierto de estrellas. Luz dorada.
Luz dorada con un intenso aroma a plata, bajo su propia sombra, color carmesí, que desmayaban suspiros por la eterna y prolongada ausencia de besos y palabras.
Silencio en gris plomo. Espera tras rejas de papel. El tiempo eterno de los pájaros en el horizonte. Azul marfil al día venidero y el entusiasmo sereno.
La espera se hacia interminablemente larga, y las sombras no cesaban de aplaudir suspiros de llantos apagados por eternas melodías.
Y la música recién comenzaba, aunque lejana tras los ecos de las montañas de cobre.

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